lunes, 14 de marzo de 2011

Concepción egoísta

La concepción anterior es diametralmente opuesta a la del capitalismo, que promueve el llamado «egoísmo inherente al ser humano», y sobre el cual se basa.[16] Ayn Rand defiende que el egoísmo es en esencia un sentimiento noble, y que cada persona es responsable de su propia felicidad y no de la de los demás. Este pensamiento está íntimamente ligado al capitalismo puro.[17]

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Juro, por mi vida y por mi amor por ella, que nunca viviré por el bien de otro hombre, ni pediré a otro hombre que viva por el mío.[13
Tanto El manantial como La rebelión de Atlas, las dos últimas obras de ficción de Ayn Rand, siguen apareciendo en la lista de clásicos más vendidos de Barnes and Nobles, mientras guionistas están trabajando en adaptaciones al cine de ambas obras. Según una encuesta realizada a los lectores del Club del Libro del Mes de la Biblioteca del Congreso, La Rebelión de Atlas ocupaba el segundo lugar, siendo considerado, después de la Biblia, como «el libro más influyente para los estadounidenses hoy en día». Estudiantes universitarios, profesores, hombres de negocios, Alan Greenspan, la banda de rock Rush y el principal asesor económico del presidente ruso Vladimir Putin, todos se proclaman fans de Ayn Rand.[19] En su película de 1948 Rope, y probablemente influido por los recientes sucesos del nazismo, Alfred Hitchcock ilustró mediante un ejemplo ficticio los peligros que supone llevar una idea teórica a la práctica hasta sus últimas consecuencias y sin reparar en otras consideraciones.

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